Alma
Estaba pensando
en escribir una historia que no fuera tan jodidamente emputecida, pero que es
la vida sin esa parte que no podemos ocultar, nos acompaña en todo momento, el
alma esta corrompida, yo sigo enamorado, sigo teniendo insomnio, sigo
acostándome con toda clase de mujeres para olvidar otras, y estoy con otras
para recordar aquellas y con otras para demostrarme que nada es imposible y con
otras para probar la teoría del caos, con otras y con otras y con otras…
Cuando estás pensando, o cuando estoy difuminado en el tufillo que llega
de la calle, en eso escucho una canción que dice no te apures compañero si me destrozo la boca, no te apures, que es que
quiero, con el filo de esta copa, borrar la huella de un beso traicionero que
me dio… están las imágenes de ellas con las tetas apuntándome en cuanto
abro los ojos, son imágenes dislocadas con los senos de esta, el lunar de
aquella, algunas marcas notables de la otra y así hasta el infinito, he estado
en un bar hasta pasadas las doce, he querido meter el pico en algún agujero,
eso es lo menos importante, sentirse regulado o sobajeado o como carajo se le
diga en el sub-mundo, es lo menos importante, lo transcendental es que alguien
te mire a los ojos y te diga quien mierda
eres tú que tanto amo o quédate esta
noche de luna o esta otra mierda bésame
la boca y hazme el amor, que jodida porquería hay que aguantar para tener
una mujer, esa es la más cara, no la que cobra, esa es una infeliz, pobrecita
recuerdo algunas de ellas, decir yes yes,
para (sobre) vivir, me he enamorado de una chica, bueno de Vanesa, la recuerdo
nuevamente, recuerdo su vestido rosado, casi nada debajo, su boca ridícula (por
el brillo o por la naturaleza) y los zapatos, la manía de llevarlos en la mano
cada vez que salíamos a caminar por la orilla del mar, la hice dejarlos
despacio entre unos cangrejos muertos y ya casi descompuestos, desprendí su
vestido (naranja ya por los colores de la tarde) y lentamente fui pasando la
lengua por sus piernas, más al centro hacia la oscuridad y la lluvia rompió
calmada y después febril, ya estábamos desnudos y quise besarla en la boca y
entonces ya no recuerdo su cara, le di unos diez pesos, después estoy en el bar
oyendo una canción que me resulta pajarona, quiero de una vez borrar la huella de un beso, pero hay
algo que no me cuentan, tengo gonorrea o algo parecido, he orinado recién en el
baño unos cristales o por lo menos eso
fue lo que sentí, el día ha estado delatando mujeres, sí he estado con otras muchas mujeres, he tenido otras enfermedades
menos dolorosas, pero el alma se mantiene aislada, el barman que se llama
Jorgito y le decimos Richi está vendiendo una porquería de alcohol, que no
parece seducirme a vomitar, es una química que te destroza desde dentro, pero
el Richi solo sonríe para nosotros, él sabe cada una de las historias de
Vanesa, me la he llevado a un campismo y la he violado en la oscuridad, ella
dice papi si, ven y se vira con deseo
que la penetre fuerte y la cojo por el pelo y la alo hacia atrás como la yegua
de Méndez y ella dice jódeme jódeme papi
papi y yo reviento y la reviento, dime
algo de todo esto y miro al Richi
con la cara de perro que estrené en la mañana, que quieres, ve y róbale una
jeringa al médico y te pones tu mismo diez de penicilina, pero he pensado la de
cojones que ha te tener uno mismo para pincharse, después está el problema de
contárselo a la mujer de uno, que coño te pasa singao por andar con la puta esa
ya me contagiaste _______________________________________
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